Londres City (primera parte)

         El jueves 17/05/2012 a las 10:30 salimos para la City: Vincent Pons, (Broker Gentleman), Francisco Galdeano, (Mapfre Boy), Benito Rius, (ipad man), Antonio Campaña, (Reporter) y yo mismo.(El de "Tierra Santa"). 

Eugenia, mi esposa, junto a mis Niños a las 8:30 AM en la T2 de Málaga, me dió un beso y me dijo con mando: "Compórtate bien"

A los 15 minutos, llegó Benito, 10 minutos después Vincent y 20 minutos más tarde, aparecieron con su tradicional tranquilidad, Boy y Reporter.

Al rato, embarcamos y en unas 2,5 horas aterrizamos en el aeropuerto de Londres, Stansted. Tomamos el tren con destino a la estación de Liverpool, muy cerca de la City. Tras registrarnos en el Hotel, Vicent con la hospitalidad que le caracteriza, nos invitó a un almuerzo muy inglés en la cafetería del London Ibis.

Acto seguido, decidimos que ruta tomar, pero, con el ojo en la City. El objetivo de nuestro viaje, era conocer de primera mano como funciona el Mercado del Lloyds, su ubicación y su extraordinaria historia. Vincent, con la experiencia del que lleva toda una vida dedicada al reaseguro aéreo, nos mostró todas las claves, con frecuencia -místicas-, bien cuando se acordaba, bien, cuando las veía.

Desde la simbólica entrada en la City, flanqueada por los cuatro Grifones con el escudo de San Jorge, que señalan los límites de la misma, hasta los majestuosos edificios de Aseguradores, bancos de inversión, Brokers aseguradores  y Sindicatos adscritos a la prestigiosa zona. Todo se me antojaba increibles, no ya por su tamaño físico, sino por la dimensión del mercado que representan.  

Cierro los ojos y pienso en estos ingleses, como cuidan su pasado, no puedo sino compararlos con nosotros y siento un poco, solo un poco de pena. Conocen, respetan y se sienten orgullosos de  todo su ayer, de su presente y lo que es mejor, de su futuro.

Esa tarde, Benito había cerrado una cita en Beazley, un importante sindicato del Lloyd´s; con la Sra. Alhambra y con su jefe el Sr. Brown, ("Underwriter"), un hombre muy amable, casado con una sevillana. En el relajado ambiente de sus lujosas oficinas, nos atendieron de una manera algo más que correcta.  Mostrándonos sus principales líneas de actuación, muy centradas en la Responsabilidad Civil profesional. 

Tras esa reunión, decidimos pasear hasta la cercana Torre de Londres, muy cerca de la Autoridad Portuaria, sus jardines llenos de gitanillas rojas, me llevaron de inmediato a mi Sevilla natal. 

Un buen rato caminando, unas fotos aquí y allá y tomamos rumbo al hotel, teníamos que cambiarnos, y prepararnos para conocer la noche londinense.

Llegamos, pasadas las 20:00 horas, al Parlamento Británico y desde aquí, nos acercamos al London eye o "Millennium Wheel", Rueda del Milenio. Sus 135 metros de altura, ofrecen una visión en cielo despejado de casi 40 kms. La verdad, nos pareció sorprendente ver la ciudad desde su cenit. No sé cuantas fotos hicimos, pero os prometo poneros algunas en este blog.

Asistimos a una proyección en 4d, que nos dejó a todos boquiabiertos, hasta los que tenían menos ganas de les supo a poco. Sencillamente, genial.

A las 21:00 horas, teníamos que cenar, tratándose de Londres, eso era todo un reto. Debo reconocer, que el servicio y el personal en los restaurantes que visitamos, (los cuales por segmento de mercado, se encontraban en el la banda media o media alta), era exquisito, buena decoración y ambiente. Pero, cuando comias, te dabas cuenta de que carecen de producto. 

Tras un poco de pasos perdidos, nos gusto un elegante restaurante turco que anunciaba comida meditarránea. Mis amigos, no dudaron en pedir un repertorio de comida tipicamente turca, como Fish and Cheeps, una enorme Burguer y una brocheta de pollo. Yo, en un alarde de personalidad, me deje llevar como siempre, y cayo en mi plato una enorme hamburguesa, elegantemente aderezada, con unas patatas bien fritas y algo de guisantes. Del local recordar las fantásticas lámparas de inusual belleza, entre otras cosas...

Todo regado con una excelente cerveza turca, Effes, de cuyo precio no quiero acordarme.

Algo más repuestos, nos dispusimos a fotografiar el, siempre magnífico, Parlamento, la Abadía de Westminster, la Iglesia de Santa Margarita y el eterno Big Ben.

Casi a las 23:00 horas, nos sorprendió una sesión extraordinaria del Parlamento, y pudimos ver salir a los "comunes" los cuales, a diferencia de nuestros políticos, se les veía, claramente, agotados. No lo pensamos dos veces, y seguimos a un grupo, metiéndonos en la misma taverna. Ubicada frente al Big Ben, denominada St Stephens Tavern, Westminster - pub details.

El ambiente era muy bueno, la nota extraña era un macarra de origen caucásico, el cual, no paraba de meter mano de una manera, algo grosera, a una fulana.

Tomamos unas copas, y regresamos al hotel, como buenos chicos.

Viernes 18 de Mayo 2012, 08:00 A:M. Antonio (Reporter) y yo, nos levantamos temprano y salimos a hacer fotos por un mercado cercano. Regresamos a las 9:30 para desayunar con la tropa. Y ese día, salimos para el Lloyd´s.

Habiamos quedado a las 11:00 con el Sr. Macharthy, que es cuando se abre el Mercado del Lloyd´s. Como llegamos algo antes, aprovechamos para acreditarnos y ver la tienda de recuerdos. Tuvimos algún pero por la ropa de alguno de nosotros...que afortunadamente, pudimos superar. Puntual, este Sr. llegó a las 10:55 horas y comenzamos nuestra privilegiada visita privada, recorrimos todos los rincones de este soberbio edificio, ideado y construido por Richard Rogers hace 25 años, de estilo High Tech. Cercano a la Torre 30 St Mary Axe de Suisse Re, obra del también genial, Norman Foster.

Nos enseño el reloj central con la campana Lutine, explicándonos su truculenta historia, el acceso al libro que registro el desastre del Titanic, que se encontraba expuesto por su 100 aniversario. La sala de los names, los sindicatos, su operativa, los underwriters, la cafetería, el salón noble de reuniones. La cajita del Si y del No, en la que los futuros names se jugaban ser elegidos, y en el caso de serlo, juraban su compromiso eterno con el Lloyd´s.

En breve os contaré el resto del viaje...